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The Wizards Presentan ‘Full Moon In Scorpio’ en San Sebastián

La capital guipuzcoana tendrá este sábado 7 de abril a los hard rockeros The Wizards en el Doka presentando ‘Full Moon In Scorpio’. Formados en Bilbao en 2013, siguen la estela del rock clásico de los setenta de bandas como Black Sabbath, Blue Oyster Cult o Pentagram. Sonidos que les equiparan a formaciones actuales como Horisont, Graveyard u Orchid. El concierto donostiarra se completará con la actuación de The Hammer Killers, trío de Bermeo adorador de Motörhead, ideal para una noche que promete sensaciones fuertes.

Fecha: 7 de Abril de 2018
Sala: Doka, Donostia
Anticipada: 8€ + gastos
Taquilla: 10 €
Puertas: 20:30h
Puntos de venta: Donosti Rock, Doka, Trikuharri y www.entradium.com

The Wizards presentaron ‘Full Moon In Scorpio’ en This Is Rock en su día, entrevista que volvemos a traer a nuestra web para ir calentando este gran concierto.

‘Full Moon In Scorpio’ es el segundo LP de The Wizards, una formación con una corta pero explosiva trayectoria, que ha enfocado todos sus esfuerzos en una obra con un sonido y una actitud atemporales que, sin embargo, representan fielmente a estos cinco bilbaínos tan enamorados de Black Sabbath como de Black Flag. Felipe, guitarrista, es el encargado de desgranarnos este trabajo que lanza Fighter Records.

La primera impresión que me he llevado con el disco es que os habéis endurecido y acercado al heavy y rock más oscuro, y quizás también más épico, en detrimento de los tintes más psicodélicos de vuestro debut. ¿Era vuestra intención tomar esta dirección? Sí, ahí has dado en el clavo, sí. Cuando empezamos hace tres años fue todo muy espontáneo, era más o menos como una fábrica de riffs, y los íbamos colocando uno detrás de otro, con alguna letra guapa e iban saliendo canciones. De hecho, algunas de mis canciones favoritas se han compuesto así. Pero con el anterior disco ya veníamos algunos de nosotros con canciones ya completas, y en éste ha sido mucho más generalizado, y sí que es cierto que, no sé por qué, tampoco ha sido nada premeditado, pero nos hemos hecho más heavies, se puede decir. Sí que nos hemos ido al lado más heavy y también nos hemos planteado tomarnos un poco la banda con… No es que antes no la tomáramos en serio, pero bueno, esta vez hemos querido dar un paso adelante.

¿Os inspiran o empujan de alguna forma los grupos de rock setentero y ocultista que han ido apareciendo en los últimos años? ¿Seguís esta corriente o tiráis más hacia los clásicos para buscar inspiración? Hombre, está claro que al final bebes de los clásicos y tampoco hemos inventado la rueda nosotros, ni mucho menos. Lo que hacemos es un sentidísimo homenaje a lo que nos gustaría escuchar, y dentro de nuestras posibilidades técnicas, artísticas o lo que sea. Todos venimos de unos bagajes muy amplios también, bebemos del rock como algo muy amplio. Entiendo que las etiquetas hay que ponerlas y que sirven muchas veces para orientar a la gente, pero al final es rock and roll, y te sale de una manera o te sale de otra. Muchos de nosotros venimos del mundo del hardcore punk, del underground de tocar en bandas desde hardcore americano ochentero californiano a lo Black Flag y todo este rollo o un rollo más australiano. Pero todos tenemos el germen del heavy metal dentro, porque todos hemos sido heavies de chavales o lo seguimos siendo [risas]. Al final la música son sensaciones y cada uno la va a escuchar de otra manera. Pero no podemos negar que escuchamos bandas de ahora y además sería un error, sería un error porque las hay muy buenas, y creo que somos afortunados de vivir en este momento de la historia del rock, que ha cambiado la industria, han cambiado los medios, ha cambiado todo tanto, y parecía que había como una incógnita: ¿Qué va a pasar con la esencia de verdad? No con lo que le rodea, que es lo que ha cambiado realmente, la forma de presentarlo, la forma de comunicarlo. Pero lo que no ha cambiado es cinco tíos o cinco tías subidos en un escenario sudando la camiseta. No va a cambiar nunca. Y eso es lo que sigue vivo. El rock and roll siempre va a estar ahí.

Os metéis a grabar con Dean Rispler de The Dictators. ¿Cómo surge el contacto con él y cómo es trabajar con alguien que viene del hardcore? Es un auténtico metalhead el tío. La verdad es que yo este hombre no sabía quién era. He visto a las últimas encarnaciones de Dictators, la banda en la que toca él el bajo ahora mismo, pero yo soy fan de los Dictators de los setenta, pero no sabía que se dedicaba a producir, y por medio de nuestro manager, que conoce a Dean desde hace tiempo. Nos propuso un productor que respirase rock and roll, y el rock and roll en América es como el pastel de manzana. Alquilamos un estudio, y el hombre se vino y estuvo once días con nosotros después de un seguimiento una preproducción previa. Se implicó desde el principio, y estamos súper orgullosos, la verdad. Ha sido muy buena experiencia conocerle y haber podido trabajar con él.

Habéis conseguido un sonido que sigue los parámetros de la vieja escuela, pero con una producción moderna que lo introduzca en contexto. ¿Usáis equipo de la época u os fiais de la tecnología actual? Ahora mismo no tengo un equipo vintage. Yo tengo un Orange, no somos Kadavar, que además hacen bandera de ello y lo hacen de puta madre. Tienen su propio estudio, lo graban todo en cinta y en directo a la mejor toma, y son bastante frikis del rollo. Nosotros no somos frikis de nada en concreto. Pero claro, vas aprendiendo cosas y recursos, y viendo cosas que te gustan. Otra cosa es que tenga dinero para comprármelas [risas]. Al final una guitarra es un cacho de madera con cuerdas, con unos componentes electrónicos y lo que vale es el que está detrás, que ya será mejor o peor. Yo no me caracterizo por ser un gran guitarrista ni mucho menos, soy guitarrista rítmico. Pero te dijo que Jorge por ejemplo, nuestro guitarra solista, ese chaval te suena igual de bien con una Sonora de 30 pavos y un amplificador de andar por casa. Y yo voy a sonar igual de mal [risas]. Eso no va a mejorar tu manera de tocar, pero sí te va a dar un poso, un grano. Cuando oyes lo que has grabado y ves que las guitarras suenan chisposas por un lado pero por otro también suena gordo, como lo de ahora, y a la vez puedes subir el volumen del master y que siga sonando bien sin que chisporrotee, eso está guay. Más allá de eso no nos obsesionamos

Tenéis un invitado de lujo en el disco: Ross The Boss toca en ‘Leaving The Past Behind’. Ross es compañero de Dean en Dictators, y son muy amigos. Cuando tocamos con Dictators en noviembre de 2015 en Donosti, nos lo presentó y él dijo: “Ya me ha dicho Dean, ¡os voy a grabar un solo chavales!” [risas]. Es un tío de puta madre, un tío súper normal. No creo que el resto de Manowar sean iguales. Ross The Boss, ante todo, es un Dictator. Y para todos nosotros los discos de Manowar que merecen la pena son en los que toca Ross The Boss. Metió un par de solos guapos en la canción, pero luego todos los licks de guitarra principal que hay prácticamente son de él. Y joder, la tira para arriba. La canción estaba bien, estaba guay, ¡pero es un tiro ahora! Y la verdad es que es un detalle de la hostia. Un caballero. Muy agradecidos a Ross, la verdad.

Temáticamente, ¿sobre qué trata ‘Full Moon In Scorpio’? Dejando claro que no soy el principal letrista de la banda. No es un disco conceptual ni mucho menos, pero así como el primer disco era muy oscuro todo, éste es todo lo contrario. No es que sea luminoso, es que es una búsqueda de la luz en todos los aspectos. Un tema habla directamente de la búsqueda de la iluminación espiritual, otro tema habla de destruir Avidya, un velo que tenemos todos delante de la cara que nos impide ver la realidad. Otra trata sobre la expansión del universo, el tiempo, el espacio, esos conceptos que están mezclados. Hay algo de ocultismo, hay algo de odinismo. Al final es una lucha hacia la luz, un camino hacia la luz, la iluminación, hacia la libertad. No son como las del primer disco, donde podía haber incluso alguna con un carácter muy negativo y supongo que es como fluye todo en cada momento o pudo haber sido fruto de la casualidad. Ahora, que también puede que no lo vea nadie y estoy diciendo tonterías [risas], pero lo pensamos todos los miembros de la banda.
Marina RF

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