Cat Stevens llega a las páginas de This Is Rock para hablar en profundidad de su obra, de su gran clásico ‘Tea For The Tillerman’ y de la versión 2.0 recién publicada.
‘Tea For The Tillerman’ de Cat Stevens acumulaba un ramillete de temas clásicos imperecederos, en los que podía apreciarse la espiritualidad y el anhelo de una especie de fuerza superior. Medio siglo después, el artista ha retornado a su obra más reconocida, para embarcarse en una regrabación de esas composiciones titulada ‘Tea For The Tillerman 2’.
En 1968, Cat Stevens contrajo la tuberculosis y estuvo a punto de morir. En ese momento ya era una estrella en Inglaterra, su país natal, tras lograr una cosecha de éxitos con temas como ‘Matthew And Son’, ‘I Love My Dog’ y ‘I’m Gonna Get Me A Gun’. Cansado de vivir en la burbuja de la fama, Stevens albergaba en su interior preguntas que no cabían en los esquemáticos e inocuos tres minutos (como mucho) de las canciones pop. Llegaron los setenta, y álbumes como ‘Mona Bone Jakon’ y su inmortal obra maestra ‘Tea For The Tillerman’ demostraron que la música de Cat había dado un giro decisivo: hacia algo más íntimo e introspectivo, también más espiritual, algo que lo emparejaba con otros espíritus afines de la época como James Taylor, Carole King, Jackson Browne, Judee Sill y Joni Mitchell, entre otros.
En este final de año, dos ediciones deluxe a lo grande conmemoran los cincuenta años tanto de ‘Mona Bone Jakon’ como de ‘Tea For The Tillerman’, con versiones remasterizadas, nuevas remezclas actualizadas y un botín de temas alternativas y maquetas, sin que falten embaucadoras versiones en vivo, como un concierto de 1970 grabado en cinta en el club Troubadour de Hollywood, California. A continuación, hablamos con Cat Stevens, para analizar una colección de canciones mágicas y perdurables.
Volvamos a ese momento en que volviste a coger la guitarra, tras haberla tenido aparcada tantos años. ¿Cómo te sentiste al rasguear las cuerdas por primera vez? Bueno, fue como regresar a casa. Algo muy fácil. ¡Me encontré los acordes justo en el mismo sitio donde los había dejado! [risas] De inmediato, me entraron ganas de componer algo, y fue como si una inundación de inspiración me viniera encima. Estaba completamente solo, y no había nadie para oírme más que yo.
¿Recuerdas cuál fue la primera canción que tocaste, como para comprobar que no se te había olvidado? Si te soy sincero, no me acuerdo. Pero creo que el acorde que más me costó fue el de Fa, solo volver a marcarlo. Ese acorde es algo más complicado que el Do, por ejemplo. Probablemente empecé con ‘Father & Son’, porque es muy sencilla, es de ésas que no tiene complicación tocar.
Ya que mencionas ‘Father & Son’, ¿qué te empujó a volver al LP ‘Tea For The Tillerman’ para reimaginar esas canciones con un nuevo enfoque en ‘Tea For The Tillerman 2’? Había una cierta lógica, porque se avecinaba el cincuenta aniversario. 2020 marcaba esa fecha, y mi hijo y yo nos empezamos a plantear qué hacer…
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