The Black Crowes publica ‘Happiness Bastards’, disco que presentan en This Is Rock con una profunda entrevista Rich Robinson
The Black Crowes publica ‘Happiness Bastards’, disco que presentan en This Is Rock en una profunda entrevista donde Rich Robinson habla de R.E.M., The Long Ryders y Dream Syndicate, Patti Smith, su homenaje a Malcolm y Angus… y sí, del nuevo disco ‘Happiness Bastards’
The Black Crowes publica su esperado décimo álbum de estudio, ‘Happiness Bastards’ en cd y LP.
Producido por Jay Joyce, el proyecto subraya la influencia de The Black Crowes como una de las bandas de rock más vitales de esta generación. Tras décadas marcadas por disfuncional relación de los hermanos Robinson, deciden con ‘Happiness Bastards’ dejar atrás sus tonterías y apoyarse en sus puntos en común creativos para ofrecer un álbum realmente convincente.
«Estos tipos llegaron a la ciudad como un tren de mercancías. Listos para tocar, sin tonterías. A la vieja usanza, en vivo y en directo. Trajeron la magia de sus primeros álbumes junto con un espíritu punk joven. Me sentí honrado de haberlo capturado», señaló el productor Jay Joyce.
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Los primeros singles, «Wanting and Waiting» y «Cross Your Fingers», fueron un anticipo de la «carta de amor al rock and roll” y a su propia historia que es ‘Happiness Bastards’. La canción que abre el álbum, «Bedside Manners», arranca con la energía inmediata que cabe esperar de un grupo que se presenta por primera vez: con un riff de guitarra urgente y complejo y un teclado estimulante, Chris Robinson canta sobre el implacable juego de la industria musical.
«Rats And Clowns» hace estallar a los Crowes en el mundo de AC/DC con una distorsión agresiva para un himno lleno de actitud sobre tomar el estilo de vida del rock n’ roll por los cuernos.
Bajando el ritmo con «Wilted Rose», la banda se sumerge en una dulce melancolía country. Con Lainey Wilson como acompañante, las bellas e inquietantes armonías y la guitarra acústica impregnada de nostalgia llevan a los oyentes a través del viaje de un hombre que no sólo ha perdido el amor, sino que ha perdido su camino.
Con una guitarra ardiente y un puente lleno de funk en respuesta a «Wilted Rose», «Dirty Cold Sun» devuelve el mordisco a una relación tóxica con la confianza de alguien que prospera incluso cuando se enfrenta a la escarcha de un antiguo amor.
«Bleed It Dry» desata el espíritu sin remordimientos del blues con una emocionante armónica y unas teclas deslumbrantes en un escupitajo que señala con el dedo a los que te han hecho daño. Transportando a los oyentes al reino del punk rock de los 80, «Flesh Wound» es un punzante y acelerado rebote de una ruptura, sacudiéndose las esquirlas del desamor con un estribillo cargado de adrenalina perfecto para el directo.
La seductora mezcla de riffs crujientes y una guitarra slide de «Follow The Moon” cuenta la historia de una relación amorosa, a menudo perjudicial, con las indulgencias del estilo de vida del rock ‘n’ roll.
Cerrando el disco con una nota melancólica pero esperanzadora, «Kindred Friend» sirve como rama de olivo para reavivar una relación rota. Una balada a piano sobre cómo aprovechar el presente y dejar atrás el pasado, que busca un cierre en los recuerdos compartidos. A la vez que es una retrospectiva de la complicada historia de los hermanos Robinson, es también una carta de amor a los fans que les han apoyado a lo largo de los años.
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