El Vuelo del Hombre Pájaro: En el Último Suspiro de un Segundo de Roberto Iniesta, Poeta
Robe no solo fue un músico, fue un filósofo de la calle y una figura de una integridad ética inmensa. Una persona que con su música nos acogió en plena adolescencia y nos ha acompañado hasta el día de hoy.
Decimos adiós no solo a un artista, sino a un hombre de una integridad inquebrantable que enseñó a varias generaciones que la honestidad es el único camino posible.
Hoy, 10 de diciembre de 2025, Roberto Iniesta Ojea, a los 63 años de edad, nos deja un poco más solos. Si bien su legado como creador de himnos transgeneracionales es indiscutible, hoy queremos honrar a la persona que habitaba detrás de las canciones: al poeta y al ser humano excepcional que convirtió su vida en un ejemplo de coherencia.
Robe fue, ante todo, un espíritu libre (e imperecedero) que nunca se doblegó ante las exigencias de la industria ni las modas pasajeras. Su carrera se construyó sobre los pilares del esfuerzo, la independencia y una lealtad feroz hacia sus principios y hacia su gente.
Nos deja la enseñanza de que el éxito no se mide en ventas, sino en la capacidad de mirarse al espejo sin traicionarse a uno mismo. “El exceso de trabajo no sustituye a la falta de talento”, defendía. Filósofo contemporáneo que supo dignificar la fragilidad, el amor y la imperfección humana. Con una sensibilidad desbordante, elevó la poesía urbana a la categoría de arte mayor, recordándonos que la belleza puede florecer en los lugares más insospechados. Su obra es un tratado de humanismo que nos invita a ser más empáticos, más auténticos y más libres.
Hijo Predilecto de Plasencia y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Robe nunca olvidó sus raíces. Su amor por Extremadura y su defensa de lo rural fueron constantes en su vida, enseñando que se puede ser universal sin dejar de ser local. Su generosidad casi siempre anónima, y su apoyo a sociales, ecológicas, y de respeto hacia los seres sintientes, muestran a un hombre que entendía el arte como una herramienta de transformación.
Hoy, más que llorar al ídolo, celebramos al maestro. Agradecemos a Roberto Iniesta por su valentía, por su ternura escondida y por habernos enseñado a vivir al Extremo la sinceridad.
Descansa en paz, Robe. Tu poesía y tu verdad nos acompañarán para siempre.
Bloody Bunny (Fotografía: Sergio Blanco)


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