Brian May presenta el último episodio de los tres que componen la mini serie “Star Fleet Sessions”, que puedes ver aquí mismo
Brian May presenta el último episodio de los tres que componen la mini serie “Star Fleet Sessions: In The Studio» en el que May describe su experiencia al trabajar con Edward Van Halen cuando sintió que tocar con él era “como si estuviera en presencia de Dios”.
Hablando en este capítulo final, May describe el viaje desde que descolgó el teléfono en un soleado día de California hasta que hizo la llamada a algunos de sus “amigos”.
“La gente que es como nosotros, que están en la carretera constantemente, tiene amigos pero no los ves a menudo porque no es fácil que nuestros caminos se encuentren. Así que tienes que hacer un poco de esfuerzo si quieres pasar tiempo con amigos. Esa fue una de las razones por las que hice esa llamada. Pensé, casi no veo a Ed. Y sería genial pasar algo de tiempo juntos, y no solo eso, sino además pasarlo tocando y mirándonos a los ojos mientras tocamos juntos y ¿ver qué pasa? Así que fue un paso enorme para mí”.
“Soy un persona algo tímida, para ser sinceros, y si no hubiera estado en esa especie de estado de ánimo rollo Los Angeles ‘quiero ser libre’, no hubiera pasado nunca. Fue un momento en el que tuve el valor de llamar a estas personas y decirles, ‘Venid a tocar conmigo’. No he hecho algo así muchas veces en mi vida”.
May describe el efecto que tuvo en él el compartir el estudio con Eddie Van Halen:
“Estar en el estudio con Ed, sí, fue increíble para mí. Quiero decir, tengo que ser sincero. Estaba alucinado. Pensé ‘qué pasada’. Y hubiera sido fácil dejarse llevar por la envidia y, ya sabes, estar resentido contra alguien que puede hacer cosas que tú no puedes”.
“Pero por alguna razón, eso no sucede entre guitarristas. Nunca he visto algo así porque todos hacemos cosas distintas y disfrutamos con lo que hace el otro. Así que, aunque me sentía como ‘Estoy en presencia de Dios aquí’, también tenía un sentimiento de pura alegría solo por estar con esta persona y ser capaz de tocar con él y que él me respondiera. Nos puedes oír haciéndolo. Y ¡qué regalo! ¡Qué experiencia tan irrepetible y única! ¡Qué momento!”
“Cuando la gente lo escuche, espero que se sientan como si abrieran la puerta y estuvieran allí con nosotros, en esas sesiones, estando en la habitación y experimentando algo que pasó en mi vida solo una vez, una única vez en la vida de alguien. Y espero que puedan disfrutar del hecho de cometer errores y disfrutarlo, supongo. Ser capaz de hacer algo tentativo, ser valiente, perdonar y simplemente explorar cualquier cosa que se nos venía a la cabeza. Espero que la gente la abra (la caja) y sienta lo que era estar con nosotros durante esas horas, en ese par de días en 1983”.
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