Creedence Clearwater Revival, después de 50 años y meticulosamente restaurado, se publica su concierto de 1970 en el Royal Albert Hall y el documental “Travelin’ Band”.
Creedence Clearwater Revival, después de 50 años y meticulosamente restaurado, se publica su concierto de 1970 en el Royal Albert Hall y el documental “Travelin’ Band”. Un concierto celebrado el 14 de abril de 1970 y que durante años los fans han esperado para escuchar con su máxima calidad.
Estará disponible el 16 de septiembre en vinilo de 180 gramos, cd y casete, con ediciones exclusivas coloreadas para Walmart y Target. Además, el álbum estará disponible digitamente, incluso en formatos de audio inmersivo de alta resolución y Dolby ATMOS. A finales de año se lanzará una edición limitada “Super Deluxe Box Set”.
Cuando la Creedence Clearwater Revival subió al escenario del Royal Albert Hall el 14 de abril de 1970 –justo unos días después de que los Beatles anunciaran su ruptura–, los rockeros californianos se habían convertido en la banda más grande del mundo. Antes del espectáculo, CCR había disfrutado de un año mágico sin precedentes. En sólo 12 meses habían conseguido cinco singles y tres álbumes en el Top 10 en las listas de éxitos estadounidenses, superando a los Beatles. Habían aparecido en el legendario Ed Sullivan Show y habían tocado para más de un millón de personas en toda América, incluidos los cientos de miles reunidos en Woodstock. La Creedence estaba disputando a los Beatles el título de grupo más grande del mundo.
Su sonido sureño swamp rock impregnó las ondas de radio de todo el mundo a lo largo de 1969. Señala el actor Jeff Bridges narradador del documental, «John Fogerty era considerado uno de los compositores de canciones más importantes de Estados Unidos».
La banda consideró que sus dos conciertos en Londres, con todas las entradas agotadas, eran una especie de prueba para medir el éxito de su gira europea. Abriendo su primera noche con ‘Born On The Bayou’, ofreció un conjunto de 12 canciones de gran energía. “Lo que diferenciaba a Creedence de muchos de sus contemporáneos era su capacidad para producir el sonido de sus discos en el escenario, y la emoción y la alegría primigenias de sus conciertos, que provenían de su amor por la actuación en directo”, explica Bridges.
Al concluir el concierto con ‘Keep On Chooglin’, fueron recibidos con una ovación de pie de 15 minutos de duración por parte del público.
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