Download | Segundo Día con Guns N' Roses - Revista Magazine Rock, Hard Rock, Heavy Metal, Prog, Blues

Segunda jornada del festival madrileño en la que todo iba a estar marcado por las tres horas, en las que una sola banda iba a ser protagonista, pero es que esa banda era Guns N’ Roses.

Empezamos la fiesta por los escenarios pequeños, que siempre guardan buenas sorpresas. El heavy metal clásico de los locales Leather Heart ya lo conocíamos, pero no había tenido ocasión de cruzarme con el intencionadamente provocativo punk synth-pop de los angelinos The Pink Slips, capitaneados por la hija del gunner Duff McKagan. Buenos momentos en los que lucían más referencias post punk, y peores en los que la provocación se veía algo forzada. En los escenarios principales Creeper había disfrutado del altísimo número de asistentes que desde el primer momento se agolparon hasta completar los 35.500 que la organización comenta que marcaron el punto más alto. Sonidos más modernos también con Thrice, dedicados especialmente para los que este día no tenían precisamente a los de Axl como cabezas de cartel. Visto esto no dudamos en comernos entero el pastel que ofrecía Ankor, la joven banda catalana que me enganchó desde su primer álbum. No había coincidido todavía con la nueva formación y en el poco tiempo que tuvieron colmaron mis expectativas, especialmente su vocalista a la que se ve dominar cada minuto de actuación como los demás los disfrutan. Repertorio fresco también para los que no marcan el metalcore entre sus preferencias.

De vuelta a los escenarios principales Bullet For My Vallentine me dieron la misma sensación que Kreator el día anterior, piloto automático, actuación medida y descargada a la perfección, mientras el sonido no terminaba de darnos el nivel sobre todo de volumen que requieren los galeses. Acto seguido nos iba a crecer el bigote a todos unos pares de centímetros con la entrada de Clutch en acción. Si quieres rock te vas a hartar, y hasta nos regalaron un par de temas nuevos de ese disco que esperamos para septiembre… como esperaba ya todo el mundo a Guns N’ Roses.

Una espera que se hizo muy larga con las animaciones que entretenían en las pantallas hasta que ‘It’s So Easy’ da comienzo a tres horas largas, y más de treinta canciones en las que cada uno tuvo su momento de cerrar los ojos y recibir su favorita. Entre ellas muchas, quizá demasiadas, versiones, y en ese largo tiempo todos tienen su momento de estrella principal. Hay que agradecerle el esfuerzo a Axl más que criticarle, porque su voz va teniendo momentos mejores y peores, pero él no para de correr y dar la cara… con ese horrible sombrero, bien (y muy) apoyado con los coros. Slash sigue siendo dios, no hay novedad, aunque se exceda en unos cuantos solos. Y entre todas cojo ‘November Rain’ la meto en una cajita y me la guardo para siempre. No miento si digo que al final cuando estalla ‘Paradise City’ las tres horas se te han ido como un cigarro dejado a su suerte.

Al otro extremo esperaba la batalla, los cabezas de cartel para buena parte de los miles reunidos, Parkway Drive, con su show reducido (nos quedamos sin fuego ni batería “voladora”) puso el percutor y nos aplastó la cabeza como era de esperar. Una hora en la que los australianos demostraron estar a otro nivel en lo que a la rama más moderna y agresiva del metal se refiere. Tocaba retirada, que hoy hay que recibir con honores al príncipe de las tinieblas, ya vamos Ozzy.
Jorge Bobadilla | Fotografía: Sergio Blanco