El poderoso trío de Iowa Druids presenta ‘Ide’s Koan’, una mezcla de rock psicodélico, sludge atmosférico y heavy metal clásico, adelanto de su cuarto álbum ‘Shadow Work’.
El poderoso trío de Iowa Druids lleva más de 13 años girando incansablemente por todo Estados Unidos con su bruja mezcla de rock psicodélico y pantanoso sludge. Su cuarto álbum, ‘Shadow Work’, supone una fuerte diversificación de su sonido y un mayor uso de diferentes tipos de voces, suministradas por los icónicos hermanos Rauch.
Envueltos en la mística e impulsados por el vigoroso poder de sus riffs, ‘Shadow Work’, inspirado en una de las ideas principales del notable psicoanalista Carl Gustav Jung, es un viaje musical salvaje a través de los desolados páramos del subconsciente. Druidos exhibe en los surcos de su LP una actitud claramente progresiva, dentro de ese poso sludge metal psicodélico.
«Queríamos hacer un disco que reflejara la incertidumbre de todo en 2020, y pensamos que este sería el momento de intentar algo diferente», explica el batería Keith Rich. Al trasladar sus operaciones desde su ciudad natal de Des Moines, IA, a Salt Lake City en Utah, la banda pudo escapar de las distracciones de la vida cotidiana y desplazar su mirada a los impresionantes picos de las Montañas Rocosas.
«Queríamos dar un giro con este nuevo disco, ralentizar las cosas y experimentar con diferentes sonidos», continúa Rich, señalando otras influencias que van desde Radiohead a Neurosis.
A decir verdad, estos tres músicos no suenan como un trío, sino más bien como un ejército, por la forma en que marchan en sus canciones. El gran y turbio sonido del bajo de Drew Rauch forma un sólido contrapeso a la majestuosa magia de la guitarra de su hermano Luke, que canaliza los espíritus de héroes de la guitarra como Zakk Wylde y Billy Gibbons. Por su parte, el batería Keith Rich canaliza la magia vudú de los tambores tribales nocturnos que suenan en las llanuras de África Central, impulsando los potentes riffs de los hermanos Rauch hacia el corazón de la oscuridad, donde siguen transformándose y cambiando de forma sin descanso.
A lo largo de estas ocho pistas, retratan su manera única de explorar los riffs y los surcos de múltiples maneras, sin embargo, en lugar de rechazar por completo el esquema tradicional de verso-estribillo, el trío ha encontrado una nueva forma de jugar con ciertas fórmulas de la estructura de la canción en ocasiones, mientras que se aleja intencionadamente de ellas en otras.
A esta experiencia de diversidad sonora se suman los diferentes estilos vocales que tanto Drew como Luke exponen a lo largo del álbum. Desde los solemnes cánticos de ‘Traveler’ hasta las serias e introspectivas voces limpias de ‘Hide’, desde la parte spoken word de ‘Ide’s Koan’ hasta la raspa desgarradora que enciende al oyente en ‘Dance of Skulls’. Sentadas cómodamente en la mezcla a un nivel igual al de los demás instrumentos, las palabras quedan a menudo cubiertas por el pesado sonido de los bajos, ocultando cuidadosamente su verdadero significado al oyente casual. Sólo ocasionalmente las palabras se revelan, aparentemente en el momento justo, a aquellos que deciden adentrarse en las capas más profundas del álbum.
‘Shadow Work’ es mezcla esclarecedora de rock psicodélico, sludge atmosférico y heavy metal clásico que es a la vez profundamente enraizada y refrescantemente edificante.
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