Ésta es la hora del Ragnarok, la sinfonía crepuscular. Éste es el comienzo de la última historia inconclusa, antes del fin del tiempo, antes del fin de la luz y de toda la vida. Aquí está el último aliento de luz escrito en una palabra que será aniquilada mañana. ¡El Ragnarok ha llegado!
En el umbral del Ragnarok que se avecina, Graveland se presenta en agosto en vinilo con ‘Hour of Ragnarok’. Sonidos creados a partir de las cenizas de batallas pasadas. Nuevas canciones que reviven como un ave fénix de las leyendas y los mitos y los trabajos más épicos de Graveland como ‘Thousand Swords’ son una continuación de este estilo de la banda. ¡Epic Pagan Metal! ¡Esta es la música que te prepara para el Ragnarok!
‘Hour of Ragnarok’ fue forjado por tres artesanos de las armas de guerra: Rob «Darken» – voz, guitarras, teclados, Skyth – bajo, Ahrin – batería. Las canciones para el álbum se crearon durante los últimos tres años, pero fue en 2020 cuando el trabajo cobró impulso. Se necesitó mucho tiempo para componer y grabar las pistas de fondo sinfónicas que conforman la épica de su sonido. Se trata del desarrollo de una idea que ya se pudo escuchar en el álbum ‘1050 Years of Pagan Cult’.
¡Un rayo rojo surgió en la oscuridad! El suelo tembló desgarrado por las garras ardientes de Fenrir. Bajo el hielo y la roca, la bestia, atrapada hace siglos, rompió las cadenas de fuego. Los dioses temblaron, el miedo llenó sus corazones. Las llamas se elevaron a los cielos. El rugido de un lobo rabioso resuena con la voz de mil volcanes que explotan. No hay tiempo para despedirse ni para echar una última mirada al atardecer. Se acerca el final inevitable, la batalla final, y ya no amanecerá.
Las garras de Fenrir desgarran la materia, los colmillos muerden las barreras entre los mundos, el veneno ardiente como serpientes ardientes que se arrastran penetrando y tejiendo el espacio, encendiendo las llamas de la destrucción. El destino llega con el rugido y el trueno de armas desconocidas. Miles de rayos iluminan el calcinado campo de batalla. Los dioses atacan, y con ellos sus fieles ejércitos. ¡Los ojos de Fenrir brillan con un odio más caliente que mil soles! El acero se derrite en este resplandor, convierte los corazones valientes en cenizas. Las garras y los colmillos del destructor, como las furias de la perdición, dirigen una orquesta mortal de destrucción.
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