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Keith Richards grabó en 1988 con The X-Pensive Winos, ‘Live at the Hollywood Palladium’, que ahora se publica a todo lujo, buen momento para recordar en This Is Rock las aventuras del Stone en los ochenta.

En septiembre de 1985, Mick Jagger y David Bowie llegaban al número 1 con ‘Dancing In The Streets’. En el vídeo, las dos superestrellas parecían corretear eufóricas rumbo a una discoteca. En esa ciudad vacía, posiblemente había una fiesta roquera. Y allí seguro que estaba Keith Richards.

Puede decirse que Richards se tiró una década, la de los ochenta, sobre todo preservando la magia de una actitud inigualable, frente a muchos peligros, y la prueba de esto es un disco grandísimo como ‘Talk Is Cheap’. John Lennon tuvo un “largo fin de semana perdido” de un par de años, entre 1973 y 1975, para pillar energías siendo malo. Sin poder precisar, pero el de Keith Richards, en esos ochenta, fue más largo. En esto habría que apuntarle un gran tanto a Richards. Él ha sabido representar lo que es ser un “too rolling stoned”, como la canción de Robin Trower. Además, el modo de enfrentarse a las cosas de Richards inspiró en esos años, entre tanta lata de discoteca, a gente más joven con deseos de emulación y peligro. Tres ejemplos de parejas no muy bien avenidas al final, pero tremendamente creativas en el rock, son Swell Maps, Spacemen 3 y Pussy Galore. Estos pudieron estar invitados a la fiesta de Richards en los ochenta. Y a ellos les pudo decir y mostrar cosas como las que siguen.
Puedes leer este artículo completo en el nuevo número de This Is Rock.

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