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Los maestros Kraftwerk deslumbran en Pirineos Sur con su gran espectáculo visual y sus clásicos atemporales.

This Is Rock, This Is Metal, Especiales a la Venta

Los maestros Kraftwerk deslumbran en Pirineos Sur con su gran espectáculo visual y clásicos atemporales como ‘The Model’, ‘Autobahn’, ‘Computer love’, ‘Trans-europe Express’ o ‘The robots’ sonaron bellas y robóticas, demostrando la gran influencia que siguen teniendo 50 años más tarde.

Kraftwerk fue una de las últimas incorporaciones al cartel del 30 aniversario de Pirineos Sur y una de las más sorprendentes. Porque ver el espectáculo visual de Kraftwerk y escuchar algunos de sus eternos temas en el escenario flotante de Lanuza es un lujo que pocos podían imaginar.

Hieráticos y estáticos el cuarteto se plantó en el escenario con sus futuristas trajes de luces y sin separarse de sus ordenadores. Los avances de la tecnología ya los vaticinó Kraftwerk y su discurso es más vigente que nunca. Los padres absolutos de la música electrónicas, pioneros del synth pop, del avant-garde y del kraut rock comenzaron el deslumbrante show con los ritmos asincopados de ‘Numbers’, para dar paso a continuación a ‘Computer World’ y el minimalismo de ‘Home Computer’. La enorme pantalla colocada tras la banda, escupía imágenes que reforzaban todo el discurso de los alemanes.

Y tras el pop ensoñador de ‘Airwaves’, en el anfiteatro de Lanuza sonaron algunas de los temas de la electrónica más importantes que ha creado la mente humana: ‘The Man Machine’, ‘Autobahn’, ‘Computer Love’ -una joya pop perfecto-, ‘The Model’ -eterna-, ‘Radioactivity’ -imponente, ‘Tour De France’, ‘Trans-Europe express’, ‘The Robots’…

Y aunque el espectáculo visual fue epatante de principio a fin, todo pasó a un segundo plano ante los temas atemporales que estaban sonando en las montañas del Valle de Tena. Escuchándolos casi de tacada aún queda más patente la impronta que han dejado esas canciones: el David Bowie más experimental, los Depeche Mode tanto luminosos como oscuros, el petardeo de Pet Shop Boys o la magistral asimilación al pop de New Order.

Con ‘Musique non Stop’ y unas notas musicales flotando en la pantalla gigante se despidieron; una metáfora perfecta de su música: eterna, etérea, perfecta, al alcance de cualquiera que quiera embriagarse con ella. Va a ser un concierto que se va a recordar, a la altura de una celebración de 30 años.

Las entradas para los conciertos están disponibles en la web del festival y en SeeTickets

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