Mike Oldfield coincidiendo con el 50º aniversario de ‘Tubular Bells’ publica ‘Opus One’ las primeras maquetas grabadas en 1971.
Mike Oldfield coincidiendo con el 50º aniversario de ‘Tubular Bells’ publica ‘Opus One’ las primeras maquetas grabadas en 1971, dentro de los lanzamientos del Record Store Day, y seis años despuñes de ‘Return to Ommadawn’.
En 1971, Mike Oldfield era un adolescente al que nadie reconocía más que como el bajista de Kevin Ayers. Sus ansias por labrarse una carrera como solista lo llevaron a inventarse un universo propio de músicas y sonidos que plasmó en cintas caseras, gracias al magnetófono casero que el propio Kevin le regaló cuando decidió abandonar su grupo.
La idea de grabar él solo todos los instrumentos lo llevó a desarmar dicho magnetófono y trucarlo de tal manera que podía grabarse una y otra vez en su dormitorio. Ilusionado, llevó dichas maquetas (que él llamaba ‘Opus One’) a cuantas discográficas pudo, con un mismo resultado: el rechazo total.
La carencia de voces y baterías echó para atrás a los mandamases de la industria. Hasta que Tom Newman y Simon Draper convencieron a Richard Branson: había que editar esa locura instrumental para la recién creada Virgin Records. Así, ‘Opus One’ se convirtió en ‘Tubular Bells’, una oda al progresivo, uno de los discos instrumentales modernos más vendidos. La carrera en solitario de Mike Oldfield y el emporio de Richard Branson arrancaron por todo lo alto.
Este año, cuando se cumple medio siglo de su publicación (el 25 de mayo de 1973), Universal editará por primera vez dichas maquetas en formato vinilo, para el Record Store Day, el 22 de abril. Y lo hará recuperando su nombre de trabajo, ‘Opus One’.
Una tirada limitada y exclusiva de un vinilo conmemorativo prensado con el máster materializado en Abbey Road por el ingeniero Miles Showell, experto por cuyas manos han pasado trabajos de The Beatles, Queen, Eric Clapton… Las maquetas no son inéditas, pues ya fueron publicadas en la edición conmemorativa de ‘Tubular Bells’ en 2009, aunque sólo en formato de disco compacto.
La nueva carátula está creada por Phil Smee (autor de numerosas carátulas de multitud de artistas y del logo de Motörhead), supervisada por Mike Oldfield. Recrea la playa del disco original, aunque con un cielo gris mucho más nuboso, y sustituyendo el famoso símbolo tubular por un avión despegando, según dice su autor, “simulando la exitosa carrera que estaba por llegar”. Y, añadimos nosotros, recordando la licencia de piloto que Mike Oldfield tuvo entre los años 70 y 90.
La cara A del vinilo la compone ‘Tubular Bells – Long’, de más de veinte minutos de duración, correspondiente a la maqueta de la primera cara del disco original. La segunda, cuatro temas cortos: ‘Caveman – Lead In’ (correspondiente a la sección ‘Bagpipe Guitars’), ‘Caveman’ (la polémica sección del troglodita, antes de añadir dicha voz gutural y la batería de Steve Broughton), ‘Peace Demo A’ y ‘Peace Demo B’, sendas variaciones de una preciosa tonada grabada al órgano y acompañada por una guitarra acústica, que desemboca en pasajes que no terminaron en ‘Tubular Bells’, sino en otro disco muy posterior: ‘Amarok’, de 1990.
Pese a la labor en Abbey Road, es importante tener en cuenta que son maquetas vetustas grabadas en un equipo aficionado hace más de cincuenta años y, como tal, el sonido es tosco y estridente, pero representa un documento histórico excepcional, germen del que acabaría siendo uno de los referentes del rock progresivo instrumental durante décadas.
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