Desde que Purson se disolvió la cantante, compositora y multi-instrumentista Rosalie Cunningham ha estado trabajando en su álbum debut. Un disco que ha llegado no sin batallas a las tiendas, y que muestra la crudeza de una industria donde habitan empresas sin escrúpulos como Pledge.
Empecemos con el final de Purson. Todo iba aparentemente bien, audiencias cada vez más grandes en Estados Unidos, mucha expectación por veros en Europa, y de repente anuncias la disolución. ¿Qué pasó? Llegamos a un punto en el que no había otra solución, básicamente por haber tomado malas decisiones a la hora de firmar diferentes cosas con distintas partes. En aquel momento teníamos tres managers diferentes con algún tipo de poder sobre la banda: el del sello, el de la agencia de booking y el nuestro, y cada uno quería una cosa diferente, ir en una dirección distinta. Y así era imposible trabajar, la única salida era terminar con Purson. También había tensiones musicales, pero supongo que eso podríamos haberlo manejado, combinado con lo otro era imposible. Siempre he sabido que mi destino era sacar música como Rosalie y bajo mi propio sello, simplemente he tenido que hacerlo antes de tiempo. Es una lástima porque como dices estábamos en un punto muy interesante como banda, pero es lo que pasa cuando tomas malas decisiones. La gente se cree que trabajar con un sello grande y una agencia de booking importante te garantiza el éxito, pero lo importante no es tener todo eso, es lo que haces con ello y cómo lo manejas. Purson lo hicimos mal y por eso acabó así.
Y luego te conviertes en otra víctima de la explosión de Pledge, lo que se suponía que iba a proporcionar esa independencia... ¡No me hables de eso, por favor! Todavía lo estoy procesando, y además hace un par de días me llegaron un par de mensajes de gente que había participado en la campaña y ahora no quieren saber nada de mí. Y en cierto modo lo entiendo, hubo gente que se gastó su dinero y que no solo no tiene lo que compró, ni siquiera sabe si le van a devolver el dinero. Normal que estén enfadados conmigo
Yo soy uno de ellos. De los enfadados contigo no, de los que todavía no ha recuperado el dinero. ¿En serio? Oh, qué vergüenza… No sé qué decir.
No tienes que decir nada, sé que no es culpa tuya. A mí me han pillado además por triplicado, también en lo de ohGr y Killing Joke. Es el precio de tener buen gusto… (Risas) Lo que más me molesta del tema es que tuvimos muchísimas reuniones para cerrar el acuerdo precisamente por lo que te decía antes, no quería que me pusiesen algún tipo de cláusula que les diera poder sobre la música o lo que fuera. Y durante esos meses ellos ya sabían el problema que tenían, pero seguían haciendo como si nada. Eso es terrible…
Claro, estaban en modo estafa piramidal, intentando meter dinero en el sistema para que cobrasen los de arriba. Lo sorprendente de Pledge es que han jodido un negocio que funcionaba solo, y no sabemos por qué. Estupidez, imagino. No lo sé, la verdad. No sólo se encargaban de gestionar las compras, también te ofrecían otras cosas, desde hacerte la web, agencia de contratación, diseño y fabricación del disco… La impresión que yo sacaba de ellos es que pretendían abarcar demasiado. Igual porque ya sabían que estaba con un problema grave y pretendían tapar agujeros. Es una lástima porque la idea original era buena, y durante años funcionaron bien, se quedaban con su comisión, pero era una ayuda importante para muchos grupos que podían olvidarse el papeleo, gestionar los pagos y demás. No sé por qué se ha ido todo al infierno.
Ah, eso es fácil: alguien pensó que podía ganar todavía más dinero. ¿Y cómo llegas a Cherry Red? Cuando vimos que era imposible sacar el disco por mi cuenta la única solución era encontrar un sello que pudiese ayudar con la fabricación y de esa manera recuperar el dinero para pagar la grabación. Si hay algo bueno en tener que hablar de todo esto es que alguna gente se entere de la realidad de cómo funcionaba esto: el disco se grabó contando con el dinero que la gente adelantaba con sus compras, el diseño también… Un dinero que nunca recibí y que todavía debo. Mi manager me planteó varias ofertas, y la que mejor encajaba era Cherry Red, porque no se meten en tema artístico, no tienen derechos sobre la música… Se parece más a un acuerdo de licencia que nos beneficia a ambas partes. En estos momentos es lo ideal para mí, para poder recuperarme al menos de parte de lo que ya he perdido. Y además Esoteric y Cherry Red han publicado y siguen publicando cosas que me encantan. Por Z
Entrevista complementaria a la publicada en el número de Julio de This Is Rock.
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