Ad
Ad
Ad
Noticias

Tim Bogert: Un Grande del Rock

Tim Bogert, quien formó parte de la historia del rock con Vanilla Fudge, Cactus y el súper grupo Beck, Bogert & Appice, ha muerto.

Un hombre sencillo que en con This Is Rock nunca tuvo reparos para charlar, buscar unas fotos, incluso recordar su paso por Burdeos mientras sus manos llenas de grasa reparan su Harley-Davidon. Así que es justo recordarle con sus propias palabras, con esos ratos que nos dedicó, y recordar la reseña del directo de Beck, Bogert & Appice en Japón realizada en su día por Don Sincero en las páginas de nuestra revista.

En 1969 Vanilla Fudge se disolvieron y de sus restos surgieron Cactus. Vivieron en los extremos del rock and roll, atemorizaron a Black Sabbath tomando más drogas que ellos y a Led Zeppelin con su música. Han inspirado a toda una generación de heavy rock, y Eddie Kramer dijo que eran el epítome del hard rock americano.

Cuando la década de la paz y el amor y la psicodelia fallecía, llegó el turno del heavy rock y hard rock, y con él el poder del riff, de las bases rítmicas endiabladas, del fuzz… El amor cedía su puesto al sexo, la paz a las drogas más duras… Entre finales de la década de los 60 y mediados de los 70 se creó la gran mayoría de la mejor música del siglo pasado y de futuros. Del mundo se apoderó una impresionante hola de fertilidad musical nunca antes vista, y allí subidos a ella estaban bandas como Cactus.

Presentar a Tim Bogert y Cactus debería estar de sobra, pero por si alguno de esos que lucen orgullosos parches de Monster Magnet y Kyuss en festivales de verano no se ha enterado, no estaría de más que leyerais con atención las palabras de Bogert. Él junto a Carmine Appice, y dos locos de la ciudad del motor como Jim McCarty que venía de los Mitch Rider & The Detroit Wheels y Rusty Day huido de los Amboy Dukes, nos regalaron uno de los mejores instantes de la historia del rock y tres obras maestras: Cactus (1970), One Way… Or Another (1971) y Restrictions (1971). Cactus no murió con la marcha de increíble frontman Rusty Day en 1972, pero su asesinato en Orlando en 1982 nos ha impedido ver una reunión que sí hubiera merecido la pena con su formación original.

Tras la marcha de Rusty fue reemplazado por Pete French, que venía de Leafhound y Atomic Rooster, dos formaciones que bien podría formar con Cactus la génesis del stoner actual. Con esta formación grabaron, el mitad directo y estudio, ‘Ot ‘N’ Sweaty’ en 1972, para terminar disolviéndose para unirse a Jeff Beck y formar uno de los grandes tríos del rock: Beck, Bogert & Appice. El pasado año el festival Sweden Rock animó a Carmine Appice a revivir a Cactus. Jim y Tim estaban dispuestos, pero necesitaban a un cantante que sustituyera a Rusty. Pete French era la elección obvia, pero estaba en el cartel del festival con sus renovados Leafhound, así que optaron por Jimmy Kunes, un viejo colega de los Savoy Brown. Más de 30 años sin tocar, pero volvían a escena, y a raíz de aquello llegó un nuevo disco ‘Cactus V’.

Tras la disolución de Vanilla Fudge la idea original era que Carmine Appice y tu formarais una banda con Jeff Beck y Rod Stewart, pero un accidente de moto retraso este proyecto. ¿De quién surge la idea de formar esta súper banda y por qué? Carmine y yo teníamos ya nuestra propia mini banda desde que dejamos Vanilla Fudge – ten en cuenta que para cuando surgió ese proyecto yo ya había estado tocando desde que era un crío a finales de los 50–, y habíamos grabado un jingle para un anuncio de Coca Cola. A raíz de ese anuncio entramos en contacto con Jeff Beck y descubrimos que teníamos muchas ideas en común y unos gustos muy similares. Él nos presento a Rod y la coincidencia de criterios (y de sentido de la diversión) volvió a ser total. Todo lo teníamos muy pensado y andábamos entusiasmados con el proyecto cuando alguien perdió el control de su moto. ¡Mala suerte!

Y es entonces cuando Carmine y tú decidís montar Cactus con Jim McCarty y Rusty Day… Sí, tras aquel accidente de moto pensamos que habría que hacer algo. A Jim lo conocimos en Los Angeles porque tocaba con otra banda –Mitch Ryder– con la que solíamos coincidir. Rusty era fan nuestro y contactamos con el en Detroit, estaba entonces tocando con Ted Nugent. Pensamos que teníamos un potencial y nos lanzamos.

¿Es verdad que el primer concierto oficial fue antes de que se editara el álbum en un festival junto a Jimi Hendrix y Grateful Dead? Sí, ese fue nuestro primer show. Yo ya conocía a las dos bandas. Era muy amigo de los Grateful Dead y solíamos divertirnos juntos por ahí muy a menudo. Con Jimi Hendrix –que además de un músico increíble era un tío encantador y muy divertido– ya habíamos coincidido muchas veces. Carmine y yo ya habíamos acompañado a Hendrix en sus inicios con Vanilla Fudge y a veces en plan colegueo. En el fondo no fue una sorpresa para nosotros aquel concierto, sino más bien una reunión de amigos.

Cactus durante muchos años habéis sido conocidos como los «Led Zeppelin americanos». ¿Qué opinión te merece esta comparación? Muchas gracias por el cumplido a quién quiera que lo dijese y a ti por repetirlo. Me encanta que me digan cosas así. Los Zeppelin fueron una gran banda y nosotros éramos muy buenos. Me gusta que alguien nos compare. Desde luego, teníamos energía y un buen blues-rock, aunque la verdad es que no es fácil comparar bandas –tampoco es bueno– a no ser que haya plagio y nosotros no copiábamos a nadie. Eso tampoco.

Una canción para rodar en tu Harley por el desierto… ¡Bueno! La canción sería ‘Hole Heartedly’ de una banda japonesa que se llama Casiopea, y que tiene el solo de guitarra de rock más increíble que he oído nunca.

¿Cuál es tu himno del rock favorito? Esto del himno no es una cuestión de lo que yo quiera ni de lo que me guste. El himno del rock debe ser el ‘We Will Rock You’ de Queen. (ndr: aquí se pone a cantar el ‘We Will Rock You’, me despido y le dejo cantando como un poseso).

La revista con la música que es importante en tu vida Classic Rock Hard Rock Heavy Metal Prog Rock Blues

BECK BOGERT & APPICE
Live In Japan (Epic, 1974)

De la reunión del gran guitarrista británico Jeff Beck, con la a nuestro juicio, mejor sección rítmica norteamericana de todos los tiempos, surgirá la Beck, Bogert & Appice. Esto ocurre en los primeros setentas y después de varios infructuosos intentos de llevar a buen puerto esta aventura. Será el sello Epic quien se ocupe de publicarles su primer disco de estudio. Por un lado tenemos a Carmine Appice y Tim Bogert, los dos con una interesantísima carrera como integrantes de bandas tan importantes como Vanilla Funge y Cactus. Y por otro lado la presencia del súper guitar hero Jeff Beck, ex muchas cosas, y siempre tan impredecible. Ambos aportan a BB&A no solo su calidad como instrumentistas, sino también como vocalistas, y autores de buenos títulos y sobre todo capaces de ofrecer unos directos impactantes y llenos de fuerza. Llegados a esta puntualización, durante su gira mundial efectuada en el 73, y un poco más concretamente durante los días 18 y 19 de mayo, la banda será grabada en el Koseinenkin Hall de la ciudad de Osaka. Dándose la circunstancia de que para enorme desgracia de aficionados y coleccionistas, el álbum en formato de doble lp tan solo verá la luz en aquel lejano país. Desde ese mismo momento será objeto de búsqueda casi imposible por parte de coleccionistas de todo el mundo.

Beck, Bogert & Appice ‘Live In Japan’, da comienzo con una endiablada versión de ‘Superstition’, y cuyo autor Stevie Wonder nunca podría haber imaginado el partido que se le podía sacar a su composición. En ‘Lose Myself With You’ llega el momento de la locura donde los tres se recrean con solos individuales de fantástica factura. En ‘Jeff’s Boogie’, su autor se luce a la guitarra, dando muestras de su virtuosismo y gran gusto. En la segunda cara encontramos una versión mucho más libre del ‘Going Down’, presente en su primer lp de estudio. Pudiendo tratarse de una las versiones que más nos gustan de este increíblemente buen tema l productor Don Nix. ‘Going Down’ se enlaza con ‘Boogie’ que ya fuera inmortalizada anteriormente por Cactus. ‘Morning Dew’ contiene unos aplastantes solos de guitarra, bajo y sobre todo de batería. Fantástico. En la tercera cara hallamos un nuevo tema de Don Nix, la melodía ‘Sweet Sweet Surrender’ interpretada con muchísimo gusto. Con un arranque rítmico espectacular de la batería y seguido de bajo y guitarra, llegamos a ‘Livin’ Alone’, nueva demostración de la valía instrumental del trío y por qué no decirlo como compositores. En ‘I’m So proud’ versionean a Curtis Mayfield y en ‘Lady’ lo hacen a ellos mismos y de qué manera. Uno de los temas más conseguidos; bonitas voces y un trabajo de Tim Bogert al bajo sencillamente fenomenal, una verdadera máquina de hacer ritmo. ‘Black Cat Moan’ cantada por los tres, suena rotunda, con cambios de ritmo y desembocando en un precioso blues (nuevamente Don Nix). Así se inicia la cuarta y última cara del disco. El mismo acabara con ‘Why Should I Care’, con unas bonitas preguntas y respuestas de guitarra y bajo. Y finalmente con el medley ‘Plynth/Shotgun’ de la época de los Vanilla Fudge.

Uno de los mejores discos en directo de la década y que de manera incomprensible pasaría sin pena ni gloria. Sony Japón en abril de 2006 editó por fin esta joya en cd, disponible en tiendas de importación. Una solución ante la remota posibilidad de encontrarlo el doble vinilo japonés.
Don Sincero

Comentarios Cerrados.