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Tsjuder Nuevo Desafio a los Dioses con ‘Helvegr’

La leyenda noruega del black metal Tsjuder desafía al mundo con el fuego impío de su nueva obra ‘Helvegr’.

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La leyenda noruega del black metal Tsjuder desafía al mundo con el fuego impío de su nueva obra ‘Helvegr’, de la que nos presenta ‘Gods of Black Blood’. Un directo a las santas inquisiciones a base de black metal gélido y afilado. Perfecto para los seguidores de 1349, Nattefrost, Gorgoroth, Taake, Bathory…

«‘Gods of Black Blood’ de nuestro próximo álbum ‘Helvegr’ ha sido desatado. ¡Esto es crudo black metal noruego! ¡Atrágate con él!” Tsjuder

‘Helvegr’ estará en cd digipack y vinilo de color, pero también edición limitada en caja clamshelly caja de vinilo. Disponibles haciendo clic aquí.

Estas ediciones limitadas vienen con un disco extra «Scandinavian Black Metal Attack» en el que Tsjuder rinde una oda especial a Bathory, protagonistas de la revista This Is Metal.

Desde su creación en 1993 en Oslo Tsjuder han sido responsables de algunas de las ferocidades más llenas de odio perpetradas bajo la bandera del black metal.

El fuego impío de la banda se encendió inicialmente cuando los miembros fundadores Nag (voz/bajo), Berserk (guitarra) y Draugluin (guitarra) se cansaron del death metal y buscaron mayores niveles de extremismo para saciar sus ambiciones cada vez más profanas.

Había llegado el momento de inaugurar una campaña incesante comprometida con una cepa inflexible de black metal brutalmente crudo, influenciado por las explosiones de thrash primario de Sodom, Kreator, Destruction, Sarcófago y los primeros Sepultura; pioneros de la primera ola de black metal como Bathory y Hellhammer; y, sobre todo, el seminal ‘Deathcrush’ de Mayhem, y el revolucionario ‘A Blaze in the Northern Sky’ de Darkthrone.

Asumiendo el nombre de Tsjuder, un apodo extraído de una tribu mítica y asesina del norte, varias formaciones embrionarias se reunieron en torno al núcleo conquistador de Nag y Draugluin, sentando las temibles bases de lo que vendría después con dos maquetas -‘Ved Ferdens Ende’ y ‘Possessed’- grabadas entre 1995 y 1996.

Pero fue con el EP de 1997, ‘Throne of the Goat’, cuando establecieron su reputación como una apisonadora blasfema empeñada en aplastar lo insípido y nostálgico en implacables ventiscas de riffs bajo cero, punitivos blast beats y gritos que hielan la sangre.

Las grabaciones para un primer álbum completo en 1999 se perdieron a causa de un virus informático, pero de los restos de estas sesiones surgiría la demo ‘Atum Nocturnem’, un odioso anticipo del álbum de debut del grupo, ‘Kill For Satan’, cubierto de sacrilegio. Ese maldito lanzamiento vio aAnti-Christian abrir su cuenta en Tsjuder, abriendo con su batería una sucesión de puertas a través del inframundo.

‘Demonic Possession’ (2002) y ‘Desert Northern Hell’ (2004) mantuvieron el enfoque de la banda en la muerte, los demonios y la destrucción, al tiempo que aumentaban los niveles de producción en un bárbaro par de desgarradores de carne que conjuraban un paisaje de yermos helados y asquerosos reinos abisales.

Con la prensa musical ocupada repartiendo elogios, la creciente confederación de seguidores de la banda estaba desesperada por ver algo de ellos en directo. Haciendo caso al clamor, se embarcaron en una gira europea completa con sus compatriotas Carpathian Forest. También grabaron un par de actuaciones en directo gloriosamente potentes en 2005, en Noruega, que posteriormente se documentarían en el DVD ‘Norwegian Apocalypse’.

Tsjuder se tomaría un merecido descanso en 2006, con los miembros encontrando otras salidas musicales para su creatividad; Nag lanzando el herético grupo de black metal Krypt; Draugluin y Anti-Christian haciendo tiempo con el thrashier Tyrann.

Pero la irresistible llamada de Tsjuder no tardaría en manifestarse de nuevo. La banda se reunió de nuevo, reenergizada y con ganas de recuperar el tiempo perdido, volviendo a las actuaciones en directo en 2010 antes de desatar finalmente el poderoso ‘Legion Helvete’ (2011), un regreso típicamente inflexible intercalado con pronunciadas influencias de Motörhead en hiper-blasters punk como ‘Slakt’.
Pasarían otros cuatro años antes de que publicaran el despiadado ‘Antiliv‘ (2015), un aullido licántropo y gruñendo, cargado de un contundente black’n’roll vengativo y una guitarra de sierra.

Tsjuder se puso rápidamente a crear la continuación de ‘Antiliv’, pero las diferencias musicales y las prolongadas disputas llevaron a la separación, y Anti-Christian se retiró después de una impresionante permanencia de 20 años en el grupo.

Impertérritos, Nag y Draughluin reclutaron al veterano Jon Rice para que aportara la artillería de batería necesaria y siguieron trabajando en nuevas grabaciones, afinando los tonos de guitarra y afinando las mezclas

Ahora que la humanidad se está asentando benignamente en su fase más crónica de perpetua anormalidad y Tsjuder están preparados de nuevo para enarbolar su cruz invertida por encima de las barricadas de la conciliación.

Su última obra, ‘Helvegr’, es una ofrenda devastadoramente salvaje, que se adhiere plenamente al eterno credo de la banda de «No Fucking Compromise».

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