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Era de esperar que Van Morrison acabara publicando un disco inspirado en el skiffle. Su pasión por el género le viene de largo

This Is Rock, This Is Metal, Especiales a la Venta

Era de esperar que Van Morrison acabara publicando un disco inspirado en el skiffle. Su pasión por el género le viene de largo: de niño iba a Atlantic Records, la conocida tienda de discos de Belfast donde conoció el folk, blues y jazz de principios del siglo XX de la mano de Lead Belly y Jelly Roll Morton, entre otros. Cuando escuchó la versión de Lonnie Donegan de ‘Rock Island Line’ entendió inmediatamente el tipo de música que estaba creando. Al poco, Van Morrison se había unido a una banda de skiffle en el colegio.

Ha llovido mucho desde entonces y ahora Van Morrison en ‘Moving On Skiffle’ recupera un estilo tradicional que irrumpió en Gran Bretaña a mediados de la década de 1950 y le aporta un grado de sofisticación y emoción que no transmitía en su versión original.

Los 23 temas del disco se sumergen en la música que ha rodeado a Van Morrison desde los seis años, cuando pasaba el rato entre las estanterías llenas de humo de Atlantic Records en Belfast. El álbum incluye también canciones que hablan de la importancia de la libertad y de vivir según nuestras propias reglas, mensajes que han marcado desde siempre su filosofía vital.

Según Van Morrison, «Todavía estaba en el colegio cuando empecé a tocar con una banda de skiffle. Teníamos un par de guitarras, una tabla de lavar y uno bajo de cofre de té. Había escuchado las grabaciones de Lead Belly, así que cuando escuché la versión de Lonnie Donegan de ‘Rock Island Line’, sabía de dónde venía y entendí lo que estaba creando. Supe inmediatamente que quería hacer ese tipo de música. Fue como una explosión. Este disco reinterpreta canciones de esa época.

«El libro de Chas McDevitt es la mejor forma de empezar a conocer la historia del skiffle. Desde los principios con Lead Belly y las primeras bandas hasta la influencia de Lonnie Donegan y el grupo de skiffle de Chas McDevitt. Hace un repaso a todo».

Van Morrison toca la mayor parte de estas canciones tan atemporales sin cambiar nada, si bien se permite incluir sus propios arreglos y algunos de sus característicos giros líricos. Siempre transgresor, Morrison ha cambiado el título de ‘Mama Don’t Allow’, grabado tanto por Memphis Jug Band como por el genio del blues de Chicago Tampa Red a finales de la década de 1920, que aparece ahora como ‘Gov Don’t Allow’, un guiño a la lucha contra la intromisión del gobierno en nuestra vida cotidiana. Mientras que ‘This Little Light of Mine’, que fuera uno de los himnos del movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos en los años sesenta, se convierte en la alegre y optimista ‘This Loving Light of Mine’.

El disco empieza con ‘Freight Train’, un cañonazo absoluto escrito por Elizabeth Cotten y grabado posteriormente por Peggy Seeger y también Chas McDevitt. En la versión de Van Morrison presenta sofisticados arreglos de jazz, con un órgano desenfadado, armonías vocales íntimas y una letra reformulada. ‘Wish I Was An Apple On A True’ transmite emoción y alegría, con una tabla de lavar y armonías vocales intensas. ‘Gypsy Davey’ mantiene su aura atemporal, mientras que la fuerza vocal y un saxo potente complementan la guitarra bluesera de ‘Greenback Dollar’. El disco cierra con ‘Green Rocky Road’, una joya del folk y una oda a la vida del cantante que vive en la carretera que conocimos gracias a Fred Neil y Dave Van Ronk, y que apareció en el filme Inside Llewyn Davis.

Como carta de presentación del álbum llega ‘Streamline Train’, escrita en la década de 1930 por el cantante de blues de Mississippi Red Nelson. La canción entró en la lista de ventas del Reino Unido en 1957 gracias a The Vipers Skiffle Group. Esta nueva interpretación aporta un sonido más rico y robusto, con un ritmo inicial que resuena como un tren de mercancías antes de que la voz profunda y refinada de Van Morrison tome las riendas. Los acordes soul se avivan aún más con las armonías vocales góspel y un conmovedor solo de órgano Hammond.

Entre los colaboradores destacan Dave Keary (guitarras), Pete Hurley (bajo), Colin Griffin (batería) y Sticky Wicket (tabla de lavar). El popular cantante de folk británico Seth Lakeman toca el violín en cinco temas.

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