El rock sureño de Whiskey Myers inicia un nuevo capítulo con su nuevo álbum ‘Whomp Whack Thunder’
Whiskey Myers, una de las bandas más interesantes del rock sureño actual, continúan subiendo la temperatura con el lanzamiento de ‘Tailspin’, el segundo tema de su séptimo álbum, ‘Whomp Whack Thunder’, que verá la luz el 26 de septiembre, y ya está disponible para reservar en LP y CD
Tras el single principal, cargado de adrenalina, titulado ‘Time Bomb’, esta banda sigue acelerando con ‘Tailspin’, un tema arrollador que captura la esencia y el desparpajo característicos de Whiskey Myers, combinando guitarras ásperas, ritmos contundentes y letras directas.
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Mitad himno, mitad confesión, ‘Tailspin’ ofrece una visión cruda de una vida fuera de control: buscando alivio, aferrándose a vicios y deseando un paracaídas en plena caída libre. La energía sin filtros y las instrumentaciones potentes muestran a Whiskey Myers en uno de sus momentos más urgentes y descarnados, anticipando lo que los fans podrán disfrutar en el álbum venidero.
Fruto de las profundas raíces de los bosques de pinos del este de Texas y moldeado en el corazón de Nashville durante tres semanas intensivas junto al reconocido productor Jay Joyce —conocido por aportar mordiente, atmósfera e imprevisibilidad a cada proyecto (Eric Church, Cage The Elephant, Halestorm, Lainey Wilson)—, ‘Whomp Whack Thunder’ es una declaración de intenciones de este sexteto transgresor de géneros.
“No salimos buscando un sonido específico —explicó el guitarrista principal John Jeffers al anunciar el proyecto—. Salimos a hacer un disco de Whiskey Myers. Jay sacó de nosotros algo crudo y real, y cada tema contiene una parte de nuestra historia. Este álbum trata sobre de dónde venimos, lo que hemos vivido y las cicatrices que hemos ganado en el camino. Y creo que ‘Whomp Whack Thunder’ podría ser nuestro álbum más valiente hasta la fecha”.
‘Whomp Whack Thunder’ es el sonido de una banda en su mejor momento, uniendo el desparpajo sureño con el rock épico y composiciones introspectivas. El cantante principal, Cody Cannon , escribió las once canciones en solitario, ofreciendo historias cargadas del peso emocional de la experiencia vivida y respaldadas por el poderío del sonido distintivo de la banda. Desde la energía desbocada de ‘Tailspin’ hasta la crudeza introspectiva de ‘Icarus’ o el contundente ritmo de ‘Ramblin’ Jones’, se trata de un álbum concebido en la carretera y moldeado por casi dos décadas de impulso auténtico y rebelde.
El álbum incluye todo el peso del grupo: Cannon (voz, guitarra), Jeffers (guitarra), Cody Tate (guitarra), Jamey Gleaves (bajo), Jeff Hogg (batería) y Tony Kent (percusión, piano), con contribuciones de Joyce en teclados, órgano y guitarra, construyendo un paisaje sonoro que va desde riffs de blues rock grasiento hasta dosis de soul sureño con toques góspel.
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