Allman Brothers Band vuelven a This Is Rock en esta ocasión con ‘Where It All Begins’, el último álbum de estudio que los Allman Brothers grabaron con el guitarrista Dickey Betts.
Podríamos decir que ‘Where It All Begins’ es uno de los álbumes más sólidos desde el regreso de la banda en 1989, pero que venía precedido por un caótico 1993 en el que estuvieron al borde del colapso.
“Los Allman Brothers eran una cosa de año en año. No había indicios de que fueran capaces de permanecer juntos durante muchos años. Todos pensábamos que cada gira podría ser la última, y no había razón para pensar lo contrario. Estoy seguro de que cada miembro de la banda estaba pensando en su propio futuro y en lo que era mejor para ellos mismos, porque solo había un cincuenta por ciento de volver al año siguiente”, de esta manera tan contundente veía el futuro de la banda el guitarrista Warren Haynes. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta lo sucedido en la segunda parte de la gira americana de 1993.
Tanto Gregg Allman como Dickey Betts se encontraban en un periodo de fuerte adicción al alcohol. El propio Gregg estaba esperando un descanso a finales de junio para entrar en una clínica de rehabilitación y en sus propias palabras “en unos pocos días, estaré agonizando y viendo arañas en la pared”. Por su parte Dickey Betts no estaba mucho mejor “estuve borracho durante tres años. Los primeros dos fueron muy divertidos, y el último año llegó a ser un infierno viviente”. Además, cada vez había un mayor distanciamiento entre Dickey y el resto de la banda. Finalmente, este cóctel explosivo estalló tras un concierto en Saratoga Springs, NY cuando Dickey fue arrestado tras un fuerte altercado con su mujer en la habitación del hotel y el posterior forcejeo con la policía, que le acusó de resistencia al arresto y obstrucción a la autoridad. Tras pagar una fianza de mil dólares fue puesto en libertad y regresó a Florida, donde entró poco después en un centro de rehabilitación durante un par de semanas.
Mientras tanto, el resto de la banda continuó con la gira. Para el primer concierto sin Dickey contaron con la presencia del guitarrista Jimmy Herring. Pero, como Jimmy tenía otros compromisos tuvieron que hacer un rápido casting para asegurarse a alguien hasta el final de la misma. Warren Haynes fue el encargado “llamé a Jack [Pearson], pero no podía venir, entonces llamé a David [Grissom] pero no pude contactar con él, y tomaron la decisión, no por mi parte, de traer a Zakk Wylde [guitarrista de Ozzy Osbourne]”.
La idea era que Zakk estuviese con la banda hasta el final. Para la elección, habían tenido en cuenta que era un gran fan del rock sureño y había tocado en una banda tributo de Lynyrd Skynyrd y los Allman llamada Lynyrd Skinhead. Pero ya en el primer ensayo, se vio que la decisión había sido un completo error. En un momento dado, Butch Trucks le preguntó si sabía tocar ‘Dreams’ y contestó “¿Cuál? ¿Ésa canción de Molly Hatchet?”. Gregg Allman no se pudo contener y le dijo “hermano Zakk, si sigues diciendo esas cosas te vamos a mandar a casa”. Algo que sucedió después del concierto en el que Zakk montó el espectáculo, escupiendo cerveza al aire y subiéndose encima de su monitor. Perfecto para Ozzy, pero no para los Allman Brothers. Por suerte, la mujer de David Grissom logró contactar con él y le dijo “los Allman Brothers te han llamado. No funcionó la noche pasada y quieren saber si puedes coger un avión en dos horas”. Bert Holman, mánager de los Allman Brothers, recordaba que “básicamente dejamos a Zakk en el aeropuerto y recogimos a Grissom”. Por su parte, Kirk West (que coordinaba la logística de la gira) se hacía eco del desconcierto que había en esos momentos “pasamos unos días sin saber literalmente dónde estaba Betts y luego apareció y Grissom vino y todos se relajaron. La música era buena, la tensión había desaparecido y los conciertos eran divertidos”.
Por Rafael González Martínez de Tejada, puedes seguir leyéndolo en el nuevo número de This Is Rock.
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