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El cuarenta aniversario de su muerte ha de ser un acicate para recordar a un cantante y letrista que es un personaje principal de nuestras vidas, para ello hacemos un recorrido por algunas de sus canciones más significativas.

Una selección de temas de AC/DC que podría ser otra, dentro de una trayectoria tan rica. Éste es solo uno de los mapas posibles para seguir la vida de un artista de primera como Bon Scott, sabiendo que el rock es la aguja de una brújula que detiene el tiempo: lo que pasa cuando estamos donde queremos estar.

Up To My Neck In You

La letra de Scott, en esta canción del ‘Powerage’ de 1978, nos pone en un suspiro en situación, en la vida que tuvo el cantante: “He estado hasta el cuello en jaleos. En conflictos, en penalidades. He sido un cretino casi toda mi vida. Qué puedes esperar de un tipo así. Yo te lo digo ya”. Scott dijo entonces en la BBC que ‘Up To My Neck In You’ era su canción “más ardiente, sobre una mujer a la que sigo queriendo mucho”, y ésta es una composición que, lejos de cualquier rollo posesivo, tiene el poso del homenaje. “Viniste para tirar de mí. Ahora estoy hasta el cuello en ti”.

Scott entiende la vida en esta canción como un cruce de vías, y es una suerte cruzarse con gente que te ayuda, a veces justo cuando peor lo estás pasando, y entonces el callejón en el que te encuentras tiene una escapatoria: “Hasta el cuello en la estación. Esperando al tren que me lleve. Pensaba que ya era mi hora, y vaya si me había llegado la hora”. Sigue la letra: “Hasta el cuello en whisky, y en vino. Hasta el cuello con el deseo de que mi cuello no fuera el mío. Soy un perdedor, que no ha perdido eso. Cariño, fuiste demasiado buena, demasiado buena para ser verdad. Nadie habría podido hacer lo que tú. Ahora estoy hasta el cuello en ti: apareciste cuando me hacías falta”.

El gran Vince Lovegrove cantó a dúo con su amigo Bon Scott en los Valentines, su ‘To Know You Is To Love You’ (‘The Sound Of The Valentines’, RPM Records,2016) es amor adolescente que ha sabido envejecer. Los dos recién veinteañeros tenían la pretensión de triunfar en el mercado popero de las fans, en mitad del fervor beatle que había llegado a Australia con retraso. Al escribir sobre las penurias que pasó el grupo en 1967, tras mudarse de Perth a Melbourne, Lovegrove decía: “Bon fue el único de la banda que se mantuvo sereno en una situación que parecía desesperada. En aquellos días, cuando hacía falta más que nada, nos metió una buena dosis de optimismo”.
Puedes seguir leyendo este artículo en el nuevo número de This Is Rock.

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