Como una cuenta hacia una explosión de hard rock, Gamma fueron tremendamente ignorados e infravalorados. This Is Rock te lleva este mes a los adentros de ‘2’ un referencia básica de su discografía y en la de Ronnie Montrose, pero ahora recordemos su continuación: ‘3’.
Gamma. Tremendamente ignorados, infravalorados de mala manera, pero con la gran vitola de pertenecer al mercado negro: algo que los aficionados al heavy rock difícilmente dejan pasar por alto. ‘Gamma 3’ sería más poppie y new wave, con Ronnie Montrose sellando una alianza con su viejo colega Mitchell Froom, quien repartía sintes por todo el disco, en gran medida para espanto de aquellos que se habían refocilado a gusto en la magia hard rock de ‘Gamma 1’ y ‘Gamma 2’ (también habría un ‘Gamma 4’ en 2000, pero ahí la conexión ya se pierde demasiado).
«Al final, cada fan quiere que repitas lo que más le gusta, que hagas una réplica. Y la cosa no va de eso. Uno ha de seguir a la música» Ronnie Montrose
Luego llegó el polémico ‘Gamma 3’, disco con mucha más modernez de sintes, que coqueteaba con el pop y la new wave. Ronnie recordó este periodo: “En ‘Gamma 3’ trabajé mucho solo, y donde metí más tecnología con Mitchell Froom tocando teclados y Jerry Stahl escribiendo más letras. Davey nunca sintió verdadera afinidad con aquello. Pero es adonde quería llegar en ese momento. Y lo curioso sobre esos tres primeros álbumes de Gamma es que dividieron a la gente una barbaridad. ¡A pocos les gustaban los tres! Al final, cada fan quiere que repitas lo que más le gusta, que hagas una réplica. Y la cosa no va de eso. Uno ha de seguir a la música, tío”.
“Sí, creo que le gusta hacer eso”, comenta Glenn de Ronnie. “Mi impresión es que siempre estaba en una travesía creativa. Por eso sus álbumes van en direcciones diferentes de uno a otro. Y yo respeto eso”.
¿Crees que puede hablarse de una relación de amor/odio con el hard rock en su caso? “Esto ya parece más una pregunta sobre la psicología de Ronnie. No creo que fuera eso exactamente, aunque él si que quería un reconocimiento de otro tipo, más allá de eso. A mí me pasa lo mismo. Se me encasilla como bajista de hard rock, y me encanta tocar cosas de jazz, de rhythm and blues. Cuando volví con Ronnie, tras Gamma, como un par de años más tarde, fue con ocasión de una nueva gira de Montrose. Él me hizo la oferta, y toqué el disco ‘Mean’. En esa gira, me daban cinco minutos para un solo, y la gente venía y me decía: ‘Hombre, ¡cómo has mejorado!’. Y yo, como que no sabía de qué hablaban. No hacía nada que no hubiera podido haber hecho años antes. Solo que antes no contaba con la oportunidad. A la mínima ya te han colocado un sambenito. Yo pienso que a Ronnie eso no le gustaba un pelo, probablemente él tampoco quería ser solo un guitarrista hard rock”.
“Nunca me llegó a gustar demasiado ‘Gamma 3’”, comenta al respecto Pattison. “Era desviarse de lo que estábamos haciendo. Con los dos primeros álbumes de Gamma disfruté mucho, y también escribí mis cosas, como ya sabrás. Pero pasó lo que pasó: trajo al teclista Mitchell Froom, un tío que estaba imbuido por los sonidos ochenteros futuristas de teclados. No lo disfruté. Mi modo de pensar va mucho más en línea recta. Me gusta también que la música sea directa, y los fans con los que he hablado a lo largo de los años, ‘Gamma 3’ es el disco que les gusta menos. Y yo no puedo decir que saliera muy satisfecho de la experiencia”.
Y ya se ha dicho, Gamma lograron embarcarse en otra gira de aúpa, en este caso con Foreigner, que estaban girando con un disquito de nada titulado ‘4’. Comenta Glenn: “Fuimos directamente a Europa. De hecho, antes del lanzamiento en Estados Unidos, marchamos a Europa, y ahí es cuando Ronnie hizo uno de esos virajes en una nueva dirección. Con Mitchell Froom y Ronnie Montrose con los sintetizadores, la caja de ritmos Linn, y salió ese álbum de guitarras. Él es lo que quería, estaba por la novedad. Creo que pensó que estaba en la vanguardia. No duró mucho”.“Mick Jones y yo seguimos siendo amigos hasta el día de hoy”, elabora Pattison. “Sí, gente muy guay. Me comparaban todo el tiempo con Lou Gramm, al venir aquí, y a mí eso me molestaba. Pero creo que Gamma habían dado todo de sí en ese momento. Bueno, Denny dejó el grupo y se marchó a Heart, y los motivos son obvios. Creo que eso nos desalentó a todos. Y también en ese punto ya estábamos cansados”.
Muchos fans y mucha gente próxima creían que Gamma estaban destinados a ser superestrellas. ¿Crees que fue el sello el que la pifió? “Oh, para mí está más que claro. Odio a la gente de las discográficas. No saben nada de música, solo entienden de dinero y encima no quieren invertir lo necesario. En mi opinión, lo de Gamma podría haber crecido mucho de verdad. Con los dos primeros discos, no tengo dudas. Pero ellos Bill Graham nos ponía a girar por el mundo, pero la gente del sello no nos apoyó para lograr esa visibilidad necesaria”.
Adelantemos veinte años, y llegamos nada menos que a un ‘Gamma 4’. “Sí, disfruté con ése”, comenta Pattison. “Nos divertimos haciéndolo. Aunque no es tan roquero. A ver, supongo que vas cumpliendo años y te sosiegas un poco, y es algo que se trasluce. Me gustan esas canciones. Están más cerca del material de mis discos en solitario que las cosas del inicio de Gamma”.
“Lo que es bonito sobre ese disco es que nos metimos en el estudio, y la sensación fue como si no hubiéramos estado separados ni nada”, decía ahogando la risa Ronnie, en declaraciones previas al lanzamiento del álbum. “Sobre todo Davey, Denny, Glenn y yo. Luego tenemos teclista nuevo, Ed, que trabaja conmigo en mis proyectos, y que es un músico muy talentoso. Pero para los cuatro veteranos, fue como volver a donde lo habíamos dejado. No sé si has seguido la trayectoria de Denny, pero ha estado tocando con Heart y Coverdale/Page… , y él es como yo, un tío que con los años nunca pierde un compás. Ha mejorado, en realidad. Increíble. El disco es muy potente. La canción que lo abre se titula ‘Darkness Into Light’. Hay otras canciones que son más brutales que nada que hayamos grabado Gamma antes, con más guitarras eléctricas, bajo, batería, teclados, temas brutales, de guitarras intensas, y también hay cosas que son lo opuesto: canciones de amor, que también las hay. Estoy orgulloso con este disco”.
Puedes seguir leyendo el artículo escrito por Martin Popoff en el nuevo número de This Is Rock
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