Hammers of Misfortune, liderados por el guitarrista y compositor John Cobbett, regresa con ‘Overtaker’, un cambio de dirección hacia lo que él denomina thrash psicodélico.
Hammers of Misfortune, liderados por el guitarrista y compositor John Cobbett, regresa con ‘Overtaker’, un cambio de dirección hacia lo que él denomina thrash psicodélico. Ua combinación de prog de los 70 y thrash furioso de los 80. El resultado es una mezcla de ‘In the Court of The Crimson King’ de King Crimson y ‘Reign in Blood de Slayer’.
El álbum presenta una renovada formación de Hammers que incluye el regreso de Jamie Myers (vocalista y bajista en la formación de The Locust Years) y la antigua sección rítmica de Vektor, Blake Anderson y Frank Chin. Cobbett comenzó a trabajar en ‘Overtaker’ en 2018. Inicialmente no iba a ser un álbum de Hammers, sino un proyecto paralelo de thrash, y estaba influenciado por el trabajo de Cobbett y su compañera Sigrid Sheie en ‘Deeper Than Sky’ (2015) de Vhöl.
«Cuando mi familia se mudó a Montana en 2016, mi inclinación era continuar expandiendo este sonido», dijo Cobbett. «Inicialmente, no había intención de sacarlo como Hammers o Vhöl. Todo el mundo estaba muy ocupado y, de repente, estábamos lejos de nuestros colaboradores habituales. Pero eso cambió a medida que el álbum se desarrollaba y los viejos amigos volvían al redil. ‘Overtaker’ es rápido, furioso, psicodélico y progresivo. Pero es diferente del resto del metal progresivo al más puro estilo Hammers».
‘Overtaker’ se grabó tanto en estudios caseros como en los estudios Electrical Audio de Steve Albini en Chicago con la ingeniería de Sanford Parker. La batería, el piano y los timbales se grabaron durante una sesión de cuatro días en Electrical Audio en 2021; el resto del material se grabó en estudios caseros, incluyendo las voces y el poderoso órgano Hammond B3 de Sigrid Sheie.
‘Overtaker’ será autoeditado. En un principio, Cobbett se puso en contacto con sellos discográficos, pero con la industria musical totalmente desestabilizada, decidió hacerlo todo internamente. Este cambio acompaña a la transición de Hammers a un colectivo musical que colabora a distancia, un modelo que, según Cobbett, creará todo el material de Hammers en el futuro.
«Cuando Jamie se unió, se abrió la posibilidad de que este pudiera ser un álbum de Hammers», dice Cobbett. «Cualquier cosa que haga con el metal en el futuro, debe ser Hammers. Me di cuenta de que no necesitaba formar otra banda más».
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