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Estamos en 1970 en Maui, Jimi Hendrix están un escenario improvisado en la ladera del volcán Haleakala, va a ofrecer un concierto gratuito ante miles de hawaianos que han acudido a la llamada del dios de la guitarra. Junto a él Mitch Mitchell a la batería, y nuestro interlocutor Billy Cox. El trío en plena forma tocó dos sets en aquel impresionante telón de fondo natural.

Estamos ante uno de los eventos más, y peor añadiría yo, revisitados en la historia de Jimi Hendrix, han tenido que pasar cincuenta años para que al fin lo tengamos de manera definitiva. Imagino que es un alivio para ti. Oh, lo es, sí, pero ya estoy acostumbrado a este tipo de cosas, créeme. Cuando son por temas de negocio o derechos me molesta más, pero hay algo que tienes que entender: Jimi usaba el estudio y también los directos como un laboratorio de ideas, con él no había algo así como una versión definitiva de un tema. Aunque una canción estuviese publicada en un disco seguía haciendo cosas en otras sesiones de grabación o en conciertos, porque en su cabeza no estaban terminadas. Y quiero dejar claro esto, porque hay una parte de la audiencia que considera este tipo de reediciones como material de relleno, descartes y cosas así, y les da un valor menor a lo que se publicó en su momento como versiones oficiales, y nada más lejos de la realidad. Cada vez que entrábamos en el estudio añadíamos cosas que hacían un tema distinto. Ni mejor, ni peor, simplemente distinto, y pienso que es algo nuevo. Con este concierto el problema ha sido poder tenerlo todo reunido en su formato original, pero es exactamente lo mismo: no es que se hubiese editado en los diferentes formatos en que se publicó durante estos años por cuestiones de calidad de la grabación o la ejecución, sino por cuestiones comerciales.

Es un momento muy interesante además porque mostraba un Jimi distinto al de la Experience. La relación con la banda era completamente diferente y eso se nota en la música. Te lo voy a explicar de esta manera, que es como nosotros lo veíamos entonces: si tienes la suerte de tocar con Jimi Hendrix tienes que meterte en su cabeza, entender que es lo que quiere en lo musical, y eso es lo que sucedió con Mitch (Mitchell, batería), Buddy (Miles, batería) y yo con la Band Of Gypsys. Tienes que tocar con Jimi, convertirte en parte del engranaje de la maquinaria. Eso es lo que hicimos nosotros y lo que no hacen en otras bandas, en donde puedes ver que van unos contra otros y quieren tener el mismo estatus, si el cantante tiene más atención ellos quieren tener también la misma atención. Es como formar una All Star Band. Y eso funciona solo a veces.
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