Marko Hietala, bajista de Nightwish, publica en solitario ‘Pyre Of The Black Heart’, una montaña rusa musical donde muestra sus gustos, en un álbum heredado de su versión en finlandés.
El disco empieza sonando muy Nightwish en ‘Stones’, pero a partir de ahí todo es mucho más variado. Es que uno hace estas cosas desde la libertad precisamente, sin tener en cuenta los estilos o las necesidades de grabar con tus otras bandas. Veo este disco como un diario de mi educación musical, de lo que escuchaba en casa con mi padre cuando era un crío. Por eso hay tantas atmósferas diferentes, instrumentaciones, estilos… Sé que hay gente que esperaba un disco de heavy metal, pero para eso ya tengo mis otras bandas. Hemos seguido sobre todo la senda del prog rock, no en lo complicado, que es como la gente entiende el prog en estos días, sino en la capacidad de crear atmósferas, imágenes… El prog de los setenta, y los temas más acústicos tienen a veces un rollo muy Jethro Tull.
¿Qué escuchabas entonces en tu casa, cuando estabas empezando con la música? Crecí en los 70. Recuerdo como uno de los momentos decisivos cuando mi hermano mayor trajo a casa el ‘Master Of Reality’ de Sabbath. Mi padre era muy fan del folk celta… Y por eso me enganché instantáneamente a Tull, los vi en un programa de televisión cuando tenía trece años y me impresionaron. La época más acústica, ‘Songs From The Wood’ o ‘Heavy Horses’, me encanta. Y también me gusta mucho el prog de los 80, soy muy fan del ‘90125’. La gente dice que eso no es prog, sino A.O.R., pero a mí no sólo me parece prog, me parece que las canciones son absolutamente fantásticas.
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