Te presentamos un extracto del artículo que protagoniza la portada del nuevo número de This Is Rock dedicada a Peter Gabriel, al que hemos los años los vídeo clip de este genio, y un list de reproducción para que disfrutes de la lectura de la revista.
Fue un día de 1977 cuando Peter Gabriel sacó a la luz su primer videoclip en solitario. Desde aquel momento en adelante, su faro fue el que guio el apetito de toda una generación, ávida de estímulos estéticos que aderezarán sus canciones favoritas de imágenes que las acompañarán en el subconsciente.
Hitos del videoclip como ‘Shock The Monkey’ y ‘Sledgehammer’, no hacen más que refrendar la fuerza de un concepto que atrapó a millones de fans por todo el mundo.
El día que el vídeoclip de ‘Sledgehammer’ salió a la luz, en 1986, Peter Gabriel alcanzó su punto álgido de estrellato. Éxito progresivo que, realmente, tiene sus orígenes casi dos décadas antes, cuando era la cabeza de león de Genesis: la banda que lideró desde sus alucinógenas metamorfosis sobre las tablas.
Solsbury Hill
La complejidad de construir una canción pop sobre unos cimientos tan complejos disparó la imaginación de un Gabriel, que comenzó a sacar jugo del tubo catódico por medio de un videoclip donde refleja con exactitud la esencia naturalista de un corte filmado como si de un trabajo de vídeo artista se tratase.
Games Without Frontiers
Gabriel vuelve a jugar con las posibilidades del lenguaje visual. No en vano, el arranque, mediante una sucesión de fotogramas estáticos, que se van sucediendo como si de una pase de diapositivas se tratase, tiene mucho que ver con el trabajo del director experimental francés Chris Marker, y más en concreto con “La Jetee”, pináculo de su producción cinematográfica.
Shock The Monkey
Toda una revolución, en la que la estética de “Blade Runner” tuvo mucho que ver en el resultado final. De hecho, el director del vídeo, Brian Grant, pudo ver en un pase privado la película antes de su distribución por las salas de cine.
I Don’t Remember
Tema rescatado de su tercer LP. Para el mismo, confluye la paranoia orwelliana con una estética propia del autor J.G. Ballard. Toda una experiencia donde no es difícil imaginarse una versión en clave ciencia ficción apocalíptica de “La Naranja Mecánica”.
Sledgehammer
En una época en la que lo habitual era encontrarse con videoclips guionizados en base a historias con comienzo, nudo y desenlace, Gabriel decidió reventar la banca por medio de una oda a la imaginación, a la que solo puede hacer sombra el memorable despliegue visual realizado para ‘Slave To The Rhythm’, la obra cumbre de Grace Jones.
Big Time
Gabriel quedó tan impresionado con el resultado de ‘Sledgehammer’ que repitió jugada con ‘Big Time’, uno de los singles postreros de ‘So’. En el mismo, resuena la huella stop-motion de genios en este arte de la animación como Jan Svankmajer y películas tan míticas como “Jason Y Los Argonautas” (1963).
Don’t Give Up
La alianza entre Gabriel y Bush para ‘So’ cuajó en ‘Don’t Give Up’, un corte para el cual vuelven a fundir ambientes africanos, aunque en esta ocasión dentro de una atmósfera crepuscular, delicada como una caricia de terciopelo. Esta misma sensación desprende el vídeo oficial, grabado por Lol Creme y Kevin Godley, que filman durante seis minutos y medio un abrazo en círculo a cámara lenta por parte de los protagonistas vocales de la canción. Que un vídeo tan minimalista de tal duración fuera uno de los ganchos del disco deja bien a las claras la capacidad de transgresión de un Gabriel inspirado a todos los niveles.
Digging In The Dirt
Su primer single ‘Digging In The Dirt’ es otra pieza única de stop-motion. Más imaginativo aún es ‘Steam’, el ‘Sledgehammer’ particular de este álbum, donde la influencia de Prince en el ritmo funk de la canción simboliza el cambio gradual de un tipo inquieto capaz de armar hits de seis minutos o más.
Nuevo número de This Is Rock a la venta en los mejores quioscos, y en oferta especial ahora por 4 euros, en nuestra tienda oficial.
Comentarios Cerrados.