Tenemos los dos finalistas del concurso This Is METAL #TIMSEPULTURA91BCN que publicaremos este fin de semana.
Hoy le toca el turno al relato de Toni Morales, acompañado de sus propias fotografías. El premio de cada uno de ellos mejores historias recibirán: 1 camiseta de This Is Metal, Suscripción a This Is Rock seis meses y Tarjeta de Regalo para www.Area666.es de 25 euros.
“Corrían los años 90, sin duda, para mí la mejor época del metal. Éramos unos adolescentes de entre 16 y 17 años, cuando un día apareció un amigo del instituto con una cassette en donde tenía grabado el ‘Beneth The Remains’ de una banda brasileña por aquel entonces para nosotros desconocida. “Tenéis que escuchar esto”, nos dijo. Todos nos quedamos flipando con aquel grupo, menuda caña, cómo molaba.
Al cabo de un tiempo apareció el ‘Arise’, el cual me compré en vinilo y llegué a aprenderme cada canción mientras leía las letras. Entonces nos enteramos de que venían a Barcelona y el mítico Pub Manowar de Castellón organizaba un viaje al concierto, autobús más entrada por 5.000 pesetas. Allí que nos fuimos desde Castellón un buen puñado de metalheads, en autobús a disfrutar de mi mejor concierto al que he asistido.
Entramos en la sala Zeleste y estaban tocando Heathen, después disfrutamos con el concierto de los americanos Sacred Reich. Llegó el tan ansiado momento, íbamos a ver a esa gran banda: Sepultura.
Me puse en primera fila, inocente de mí, pues soy bajito, y nada más empezar aquella introducción, la peña se volvió literalmente loca, sonaban los primeros acordes del tema ‘Arise’ y no tocaba el suelo, el moshpit era impresionante, empujones por todos lados. Al fin logré salir hacia atrás para poder respirar, y seguir disfrutando de aquel espectáculo más tranquilamente.
Fueron cayendo todos los clásicos de la banda, uno a uno sin un momento de tregua, impresionante. Al terminar el concierto, un malentendido hizo que un grupo nos despistásemos y perdimos el autobús. Como en esa época no teníamos móviles, pues nos tocó buscarnos la vida, sin apenas dinero, pues nos lo habíamos gastado en merchandising, gorras, camisetas, vinilos… Conseguimos unos billetes para el metro y nos desplazamos hasta la estación de tren, desde donde tuve que llamar a un primo mío que vive allí, que por cierto, el año anterior estuve con él en el Palacio de Deportes viendo a los Maiden y Anthrax, nos tuvo que dejar dinero para los billetes de vuelta porque no nos llegaba.
El karma hizo que mientras esperábamos por los alrededores de la sala pudiéramos ver, saludar y hacernos fotos con los Sepultura. Del concierto no conseguimos fotos, pues los de seguridad nos confiscaron la cámara, que nos devolvieron en la salida.
En definitiva, todavía guardo la entrada firmada por todos y cada uno de los Sepultura originales, Max, Igor, Paulo y Andreas. Y que tendré el privilegio de poder contar a mi hijo y quien sabe, si algún día nietos, lo que fue uno de los mejores conciertos en la historia del metal al que pude ver en vivo y en directo».
Toni Morales
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